¡Que aproveche, Marcel! [Bon appetit, Marcel!], 1966
Foster Goldstrom, San Francisco
© Chris Puttere
© Meret Oppenheim, VEGAP, Málaga, 2020
Heike Eipeldauer, “Ca continue: Meret Oppenheim e Marcel Duchamp”, en Guido Comis y Maria Giuseppina di Monte (eds.), Meret Oppenheim. Opere in dialogo da Max Ernst a Mona Hatoum, Milán: Skira, 2017, pp. 33-34.
Meret recordaba así su encuentro con Duchamp: «Cuando estaba con los surrealistas lo vi por primera vez, y yo no entendía nada sobre su obra. Había un aura en torno a él que me bloqueaba completamente. Un día vi una pequeña foto que había comprado en el mercado y había metido en una botella minúscula (como de las antiguas farmacias). No me lo explicó, pero de repente supe qué buscaba Duchamp: humor, la capacidad de unir ambas cosas… y ahora me pregunto si el portabotellas es más interesante que la taza de piel…»